Las tiras cortadas al bies, dada su flexibilidad, son ideales para pulir terminaciones al estilo sándwich y se nos harán imprescindibles en más de un proyecto.
En más de una película de domingo tarde hemos visto el retiro de un novelista a una solitaria (y exquisitamente decorada) casita de lago para reencontrar la inspiración.
Este romántico síndrome se conoce como el Bloqueo del escritor y lamentablemente no se conforma con campar entre libros, también existe el Bloqueo de la costurera.
Estas pequeñas bolsas japonesas para guardar pañuelos de papel son tan rápidas de hacer como de regalar. Si tienes una tarde un poco perezosa y unos cuantos retales estampados éste es tu proyecto ideal.
Desde hace algún tiempo no dejamos de ver banderolas en fiestas y decoraciones idílicas en revistas. Si todavía no os habéis animado, ¡ha llegado el momento de vuestra banderola!
Un tejido es la pieza que se forma al entrelazar hilos de una determinada manera. Aunque parezca complicado os adelanto que seguramente hayáis fabricado un tejido alguna vez, no siendo conscientes de lo trascendental del momento.
Encontrar unos tejanos que gusten, queden de maravilla y se adapten a nuestro presupuesto no es tarea fácil. Y lo difícil no acaba aquí, porque hay muchas probabilidades de que tengáis que cogerles el bajo.
Podemos luchar contra el frío con bufandas, guantes, gorros y hasta abrigos XL de lana de oveja esquimal. Pero, ¿qué me decís de un toque divertido y chispeante para las gélidas tardes de invierno?
Profundizaremos en el revés de la labor: los bordes de los márgenes de costura. Para que estos bordes no se deshilachen, los vamos a rematar sobrehilándolos con un pespunte en zigzag. ¡Empecemos!
Si tenéis pensado abrir una pequeña boutique o hacer una expo de vestidos vintage, olvidaos de las frías perchas de alambre. Estas fundas estampadas pueden contar una historia especial para cada una de vuestras prendas favoritas.