Entendiendo el tejido: estructura
Entrar en una tienda de telas y tener claro lo que queremos pedir no es tan sencillo como podría parecer. Cuando nos referimos a una prenda, podemos decir tanto “la falda de algodón” como “la falda de punto” y estar hablando de la misma falda. Resulta inevitable preguntarse, ¿dónde está la diferencia? Vamos a ver qué es en realidad un tejido.
Un tejido es la pieza que se forma al entrelazar hilos de una determinada manera. Aunque parezca complicado os adelanto que seguramente hayáis fabricado un tejido alguna vez, no siendo conscientes de lo trascendental del momento.
Los tejidos tienen dos características básicas:
- Material: de qué están hechos sus hilos (algodón, seda, poliéster, etc.).
- Estructura: la manera en la que sus hilos están entrelazados (raso, sarga, popelín, etc.).
En el post de hoy vamos a hablar de la segunda característica, la estructura. Existen dos principales formas de entrelazar hilos:
Tejido a la plana
Los tejidos a la plana están formados por hilos cruzados en vertical y horizontal, llamados urdimbre y trama respectivamente. La dirección de la urdimbre es la más estable; la de la trama, en cambio, tiene un poco de elasticidad.
El funcionamiento es el mismo que el de una tejedora de juguete, así que os resultará familiar a más de una.
Punto
A diferencia de los tejidos a la plana, los tejidos de punto están compuestos por un solo hilo continuo que se entrelaza creando bucles conectados entre ellos. Los tejidos de punto son mucho más flexibles, porque los bucles se deforman agrandándose y después vuelven a su tamaño original sin desconectarse entre ellos. Cuando hacemos media con agujas y utilizamos un ovillo, estamos tejiendo una estructura de punto.
Recordad que el tipo de tejido es independiente del tipo de hilo. Por ejemplo, con un mismo hilo de algodón se puede elaborar tanto tejido a la plana como tejido de punto.
Características y comportamiento
Las características de un tejido determinan la manera en que se comporta sobre los volúmenes del cuerpo. También influyen en las técnicas de patronaje y confección que debemos utilizar.
Tejido a la plana
Su estructura dota a este tejido de una rigidez y estabilidad superiores a las del punto. Esto lo hace adecuado para prendas que requieran cuerpo y firmeza, como por ejemplo americanas, pantalones y camisas. Además es fácil de cortar y coser.
La ausencia de flexibilidad en los tejidos a la plana, hace que al cubrir formas curvas (hombros, caderas, pecho, etc.) no se adapten y queden rígidos.
Para combatir esta rebeldía y que el tejido se adapte a la forma deseada, la solución es coger pinzas. Con esto conseguimos recoger el exceso de tejido y crear espacios para albergar los volúmenes.
Una vez el tejido está plano, podemos ver dibujadas las pinzas que han sido necesarias para marcar la forma esférica de la pelota.
Punto
A diferencia de los tejidos a la plana, el punto se adapta con mayor facilidad a las formas curvas, gracias a su flexibilidad. Esto lo convierte en un tejido ideal para prendas ajustadas o que requieran facilidad de movimientos.
Como contrapartida, su flexibilidad hace que sea más difícil de cortar y coser. Se necesita un pie de máquina especial y puntadas específicas para trabajar con los tejidos de punto.
Conclusión
Cada tejido tiene sus ventajas y sus inconvenientes, haciéndolo perfecto o convirtiéndolo en el enemigo número uno de un proyecto. Os recomiendo utilizar el tejido que os indiquen en la revista o tutorial y, de lo que vayáis aprendiendo, experimentar en proyectos propios.