Darle un aire misterioso y coqueto a un dobladillo es tan fácil como pasar una tarde escogiendo cintas de encaje en alguna mercerie, y decidir la cinta que más encaja con vuestro carácter.
¡Hola chicas! ¿Cómo va ese bronceado? Porque seguimos avanzando en la confección, y en un visto y no visto estaremos luciendo palmito con nuestro mono Stefanie en el paseo marítimo.
Encontrar unos tejanos que gusten, queden de maravilla y se adapten a nuestro presupuesto no es tarea fácil. Y lo difícil no acaba aquí, porque hay muchas probabilidades de que tengáis que cogerles el bajo.