¿Qué os parece si os digo que podemos adelantar más planchando que cosiendo? Pese a la mala fama de nuestra vaporosa amiga, el uso de la plancha durante todo el proceso de costura (no únicamente deprisa y corriendo al final) puede marcar un antes y un después en la calidad de nuestros trabajos.

Por esta razón, en el post de hoy vamos a ver unas sencillas pero efectivas técnicas y herramientas que no pueden faltar en el estudio de una costurera formal.

Herramientas planchado | Betsy Costura

Planchar las costuras

Aunque tengamos la aguja indicada, el hilo óptimo y las tensiones de la máquina correctos, los pespuntes siempre ondulan un poco la costura.

Costura ondulada | Betsy Costura

 

Para no ir acumulando tensiones a lo largo de la construcción de la prenda, y poder colocar cuellos, bolsillos o pulidos (por ejemplo) en perfectas condiciones, pasaremos la plancha encima de la costura, asentando los pespuntes y dejando una costura plana y equilibrada.

Lo haremos siempre, ya sea una costura que vaya a ir con los márgenes abiertos o sobrehilados juntos.

Costura planchada después de coser| Betsy Costura

 

En el caso de que la costura coincida con un canto, como puede ser el borde de un cuello o una vista, un truco para que la vuelta por el derecho sea limpia y sin bollitos es abrir antes los márgenes de costura.

Abrir márgenes de costura con la plancha| Betsy Costura

 

De esta forma, el tejido queda bien plano y al volver tendremos el canto liso y planchado.

Canto doblado con márgenes de costura doblados| Betsy Costura

Paño de planchar

Muchos son los tejidos que requieren un paño para protegerlos de las altas temperaturas de la plancha. Queremos evitar a toda costa brillos, encogimientos y quemaduras en una prenda ¡casi terminada! Una buena idea es hacer el test para tejidos antes de empezar el proyecto, y otra muy buena idea también es invertir en un paño para planchar de organza de seda.

Más de una se echará las manos a la cabeza al pensar en utilizar semejante delicia de tejido ¡para planchar! Pero si lo usan en los ateliers y casas de moda más exquisitas, ¡será por algo! Y ese algo es su transparencia y su resistencia a las altas temperaturas.

Como sabéis, uno de los problemas más habituales cuando planchamos con un paño normal es que no vemos lo que hay debajo, y claro, la eficacia de nuestro planchado se ve reducida a la mitad, además de correr el peligro de crear arrugas y dobleces nuevos. Podemos poner la plancha a temperaturas infernales, que la seda aguanta como una campeona. Sencillamente, ¡un must have!

Paño de organza de seda para planchar | Betsy Costura

Almohadillas con relleno

A la que se empiezan a hacer costuras curvas, pinzas con forma, mangas y cuellos resultan de gran utilidad esta pareja de almohadillas.

Están rellenas de aserrín y cubiertas por un lado de sarga de algodón y por el otro de un tejido que es una mezcla de lana y acrílico. En función del género que estemos planchando, usaremos un lado o el otro de la almohadilla. Además se pueden clavar alfileres, lo que resulta muy útil para ayudarnos en determinadas piezas o formas.

¡Vamos a ver los diferentes usos de esta entrañable pareja!

Almohadillas con relleno para planchar | Betsy Costura

 

La almohadilla con forma de medio queso se usa para planchar pinzas y partes curvas, como cuellos y hombros, así como para planchar las copas de las mangas.

Iremos moviendo la almohadilla hasta encontrar la forma curva que más se adecua a la forma de nuestra costura.

Almohadilla con forma de medio queso para planchar | Betsy Costura

 

La almohadilla en forma de rodillo sirve para planchar costuras abiertas en telas que podrían arrugarse, ya que la plancha solo toca la costura que está encima del rodillo. Además resulta muy útil para abrir costuras en mangas u otras formas tubulares.

Almohadilla con forma de rodillo para planchar | Betsy Costura

Planchado de dobladillos rectos

Planchar dobladillos rectos con distancias pequeñas como 0,5 cm o 1 cm es una de esas cosas que podemos hacer varias veces en una misma prenda. Vamos a ver dos formas rápidas y eficaces de hacerlo, evitando tener que marcar con tiza líneas o señales y ganar un tiempo extra para invertir en partes más exhuberantes del proyecto.

La primera técnica consiste en hacer un pespunte con la máquina de coser a la distancia deseada. Es una forma de marcar perfectamente la distancia y una ayuda a la hora de predoblar para pasar la plancha.

El pespunte quedará oculto a la par que libraremos a nuestros lindos deditos de una sobreexposición al calor.

Pespunte marcador de dobladillo | Betsy Costura

 

Y si queremos ir más al grano, aquí os traigo esta herramienta handmade situada entre los trucos favoritos de todos los tiempos.

En una cartulina marcaremos con líneas desde el borde las distancias que solemos utilizar al doblar el tejido. Con esta maravillosa guía, que podemos usar y usar tantas veces como queramos, podemos planchar directamente a la distancia deseada. ¡No se puede pedir más!

Cartulina con guías para planchar dobladillos | Betsy Costura

 

Con todos estos truqui-consejos sobre planchado estoy segura de que os animaréis a planchar más, y cuando estéis llegando al final de la prenda, os daréis cuenta de que ¡casi no hay que plancharla!

¡Espero vuestros comentarios!

Vuestra,

Betsy