Test para tejidos
Queridas amigas, a parte de manejar la máquina de coser a nuestro antojo y defendernos con los patrones, hay otro punto importante y decisivo en el éxito final de nuestro proyecto: la elección del tejido. Y es que hay un proyecto para cada tela y una tela para cada proyecto.
Conocer los tejidos y su comportamiento es algo que iremos aprendiendo a medida que vayamos probando telas diferentes y experimentemos con diversos cortes y volúmenes. Siguiendo con el espíritu científico-costuril que nos caracteriza, en el post de hoy vamos a ver una serie de test o pruebas que nos revelarán información sobre el tejido. Los resultados nos ayudarán a saber si es apropiado o no para la prenda que queremos hacer con él, además de darnos pistas de cómo tratarlo durante la confección.
Test de tejidos
Las primeras dos pruebas se pueden hacer antes de comprar el tejido, en la propia tienda. Podremos tener una idea más clara de la conveniencia de este material y así hacer una búsqueda más filtrada.
Las características que estudiaremos in situ son:
- La caída del tejido.
- Facilidad de arrugado.
Una vez nos hayamos decidido por un tejido (o varios) dejaremos la impaciencia de cortar la prenda a un lado y seguiremos testeándolo en nuestro estudio con ayuda de la plancha con vapor. En caso de no tener vapor, utilizaremos un botella de agua con espray, ya que el objetivo es poner nuestras muestras de tejido en condiciones un tanto extremas para investigar:
- Encogimiento, cambio de color y aparición de brillos.
- La adaptación a pliegues o detalles de diseño.
- La huella de los márgenes de costura.
Existen más tipos de pruebas específicas según el tipo de género, que con el tiempo iremos viendo. Si hacemos este pequeño test antes de embarcarnos en el corte de una prenda, trabajaremos con más seguridad y evitaremos parte de las sorpresas más llamativas con las que nos encontraríamos si fuéramos a ciegas.
¿Listas con el bloc y la plumilla para anotar resultados?
¡Empecemos!
prueba 1 Caída del tejido
Una de las características de un tejido que más influyen en la prenda final, es la forma en cómo éste cae encima del cuerpo. Para hacernos una idea podemos coger un trozo de género por la esquina y dejarlo caer. Nos fijaremos en si se queda tieso o, por el contrario, crea bucles. ¿Los bordes son duros o suaves? ¿El tejido se abre mucho o se queda recogido en el centro?
En la imagen podéis ver un esquema en el que la numeración nos indica la caída del tejido. El primer ejemplo es una gasa de poliéster con poco peso y con una bonita y relajada caída tipo 2, que nos permitiría hacer modelos drapeados y prendas con cierto peso y transparencia.
En cambio, la muestra de muflón (una especie de fieltro con grosor para prendas de abrigo) tiene una caída tipo 4 alto. Podemos observar lo tieso de la caída y que prácticamente no se crea ni un bucle. Si teníamos pensado hacer un blazer con caída, ya vemos que no es adecuado.
prueba 2 Facilidad de arrugado
La arruga es bella, y en una camisa de lino, más. Pero si al levantarte de la silla el pantalón ha subido varios centímetros de largura y ha mutado a revoltijo de tela, el grado de arrugado del tejido se convierte en prioridad.
A continuación tenemos dos tejidos, la muestra de la izquierda es una sarga de algodón (fibras naturales) y la muestra de la derecha es un satén de poliéster (fibras artificiales).
Esta es la prueba más vieja y resultona, ¡seguramente que más de una la utilicéis aunque haya sido inconscientemente!
Cogeremos un trozo de tejido y lo enrollaremos dentro de la plama de la mano, apretaremos con un poco de furia. ¡Ojo en las tiendas!
El resultado es el siguiente: el tejido de fibras naturales se ha arrugado muchísimo más que el tejido con poliéster.
Por esta razón, siempre es recomendable comprar tejidos de fibras naturales (mejor transpiración, tacto, caída) con un porcentaje de fibras artificiales que los hacen que se arruguen menos y sean más fáciles de planchar.
prueba 3 Encogimiento, cambio de color y brillos
En este momento es cuando la plancha ¡entra en acción! Normalmente, antes de planchar un tejido regulamos la temperatura y utilizamos algún extra para proteger la tela. Pero, tal como he comentado antes, vamos a utilizar el calor y el vapor más altos para ver la reacción del tejido claramente.
En la siguiente imagen podemos ver la plancha aplicada en una zona fija, soltando vapor y calor durante unos 6-8 segundos, no queremos quemar la tabla, así que ¡sentido común!
Una vez el vapor se ha despejado y empezamos a ver algo, podemos observar varias cosas:
- Las arruguitas alrededor de la marca de la plancha son mínimas, lo que nos dice que el tejido no tiene una elevada tendencia a encoger, aunque es recomendable prelavar antes de cortar la prenda.
- Hay un cambio de color en la huella de la plancha pero puede no ser definitivo. Habrá que esperar a que se seque, aunque puede ocurrir que sea permanente.
- La ausencia de brillos es un avance, pero no cantemos victoria hasta que planchemos zonas dobladas del tejido (costuras y pinzas) en las que pueden aparecer los temidos brillos.
En este otra muestra, los resultados son similares a los anteriores, excepto en el encogimiento, donde las arrugas son más profundas, lo que nos indica un prelavado de este tejido sin falta.
prueba 4 La adaptación a detalles de diseño
En más de una ocasión, un tejido no se arruga pero tampoco se deja marcar con la plancha, dificultando el modelo que hemos escogido y haciendo la costura un poco diabólica.
Por ejemplo, si tenemos pensado hacer un pantalón con pliegues o una camisa con alforjas es importante ver el grado de planchado que tiene el tejido y si se adaptará a estas formas.
En la muestra doblaremos a hilo y contrahílo tablas y pliegues, pasando la plancha por encima.
En esta muestra de lino, los dobleces quedan perfectamente marcados, como si de papel se tratase.
Probaremos con la gasa de poliéster, para ver su grado de planchado y poder saber si es apta para hacer una botonadura en una camisa playera.
Las líneas de doblez también se quedan marcadas, lo que nos da la información necesaria para el posible montaje de la prenda.
prueba 5 La huella de los márgenes de costura
Debo decir que es mi prueba favorita, en la que comprobamos si los márgenes de costura se “marcan” por el delantero de la prenda. Para ello, prepararemos la muestra con una costura recta y la abriremos con la plancha como normalmente haríamos. A continuación, la plancharemos en plano con energía y comprobaremos por el delantero si ha habido transferencia de marcas.
La sarga de algodón por el delantero está pulida y sin marcas.
En cambio, el muflón es más grueso y podemos ver que los márgenes de costura abultan a lado y lado.
Por el revés vemos la marca del margen de costura y el aplastamiento sufrido por parte de los pelitos de la superfície.
Todos los resultados del test textil son una información valiosa para el proyecto que queráis hacer en ese momento y como almacén de recursos para futuras prendas. Cuando vayáis de shopping es muy importante apuntar, en un coqueta libreta de bolso, la composición de cada tela para añadirla como dato fundamental en el estudio.
En un próximo post veremos herramientas y trucos para trabajar con la plancha y lidiar con las características de algunos tejidos vistas hoy.
Vuestra,
Betsy