Costurero básico

Queridas amigas costureras, la necesidad de este post era evidente. Resulta ya imprescindible montar el costurero básico con los materiales esenciales. Encontraréis muchos sitios donde comprar todo lo necesario. Recomiendo ir a una mercería donde haya surtido y os puedan aclarar dudas. Vale la pena invertir en calidad y tener un material duradero. El material de un costurero no resulta excesivamente caro, y siempre hay la posibilidad de heredar alguna tijera o dedal de la familia.

Con el tiempo, seguramente tendréis el costurero de viaje, el de la playa e incluso un costurero versión infantil. Adelanto que en cada uno de ellos estarán las herramientas que a continuación vamos a presentar.

Materiales básicos para el costurero:

1  Jaboncillo: también llamado “jabón de sastre”, es un trozo de tiza cuadrado o triangular que se puede encontrar en varios colores. Las marcas se eliminan fácilmente con un cepillo. Lo ideal es tener uno de color y otro blanco para los tejidos oscuros.

2  Cinta métrica: es de plástico o tela y mide 1,5 m. Es mejor si tiene el mismo ancho que los márgenes de costura estándar (1,5 cm). Los cm están marcados por las dos caras, de forma inversa, así siempre se puede obtener una medida, sin importar el extremo que se elija como origen. Existen varios colores, aunque la amarilla es oficialmente la de costurera.

3  Alfiletero: se encuentran en muchas formas y también se pueden hacer con restos de tejidos de algodón. Sirven para guardar los alfileres. Los de tela despuntan menos los alfileres que los de espuma.

4  Cremalleras: tener una pareja de cremalleras multiusos de poliéster en el costurero siempre viene bien para algún arreglo de última hora.

5  Hilo de hilvanar: es 100% algodón con un grado alto de rotura. Ideal para hilvanar (unir capas de tejido temporalmente a mano), porque es fácil de romper y quitar sin dejar marcas en el tejido. Nunca debe utilizarse en una máquina de coser.

6  Agujas: surtido de agujas finas para coser a mano. La aguja de modistilla o sharp se suele usar para hilvanar, ya que no estropea la tela. Los números 5 y 6 son los más comunes.

7  Enhebrador: útil sobre todo para agujas de ojo pequeño o para las que hayan perdido las gafas de cerca.

8  Alfileres con cabeza de cristal: son alfileres multiusos primos de los alfileres universales de toda la vida. La bolita en el extremo ayuda a usarlos y tienen la ventaja de que se pueden planchar sin que el calor los funda (aunque no es recomendable planchar sobre alfileres porque dejan marca en el tejido).

9  Dedal: puede ser de metal u otro material. Se coloca en la punta del dedo con el que se empuja el extremo del ojo de la aguja. Hay que elegir uno que se ajuste perfectamente al dedo.

10 Tijeras: son de acero y existen de varias medidas. Con una hoja de 7 cm es más que suficiente para cortar los hilos de la máquina y algún sobrante de tela. Nunca cortaremos con ellas papel, de lo contrario dejarían de estar bien afiladas.

11  Hilo de poliéster: es el tipo de hilo más utilizado para coser a máquina, por su resistencia (frente a los de algodón). Es aconsejable tener una selección de colores básicos en el costurero, que irá creciendo a medida que se cosan prendas y se compren hilos a tono.

12 Imperdibles: de acero inoxidable o latón, se fabrican en una gran variedad de tamaños. Pasar gomas o unir capas de tejido son dos de sus muchos usos.

13  Botones: unos cuantos botones básicos para arreglos de emergencia siempre vienen bien.

14  Corchetes: muy útiles para cierres y casos de emergencia.

15  Automáticos: un must have en cualquier costurero. De color plata y tamaño medio son prácticos para cinturillas y arreglos varios.

¿Qué usar cómo costurero?

Los costureros se encuentran, nunca se compran. Una lata de galletas vacía, una antigua caja descubierta en la buhardilla o el costurero retro de la abuela son los candidatos ideales para ocupar ese destacado papel.

Esta lata es muy especial para mí. Viene de un hotel de Almagro repleto de revistas, latas con flores y jarroncitos que salieron en la película Todo sobre mi madre, de Almodóvar.

 

 Para guardar las cosas pequeñas que no se usan muy a menudo es mejor utilizar otra cajita. Por ejemplo, una caja de cerillas vacía, lugar ideal para meter los botones que se caen de las prendas hasta encontrar el momento ideal para coserlos. 

 

Por último, colocaremos todos los materiales dentro del nuevo costurero, que formará parte de la decoración de nuestro hogar.

Un buen costurero se tiene que ver revuelto, porque eso indica que se utiliza.

Lata con apartados

Resulta útil dividir el interior de las latas o cajas para poder organizar mejor los materiales. La cantidad de hilos y botones aumenta exponencialmente en la costura, así que guardarlos según el color o el tamaño es muy práctico.

Vamos a ver cómo hacerlo:

Material

• lata o caja
• lámina de cartón pluma de 5 mm (o un cartón grueso)
• plancha de corte para no dañar la mesa (o un cartón)
• cutter
• regla metálica para cortar con cutter
• rotulador

 

paso 1 Cortar las piezas

1. Medir el ancho y el alto de la lata.
2. Hacer 2 rectángulos en el cartón pluma con las medidas del ancho y el alto de la lata.
3. Cortar las 2 piezas con el cutter.

 

paso 2 Recortar muescas

1. Marcar la mitad de cada pieza.
2. Cortar un ancho de muesca igual al ancho del cartón pluma, en nuestro caso, 5 mm.

 

paso3 Encajar las piezas

1. Deslizar una muesca dentro de la otra muesca al más puro estilo Ikea.
2. Para que la estructura quede estable, ajustar la profundidad de la muesca hasta que la pieza asiente totalmente.

 

paso 4 Colocar dentro de la lata

1. Ponemos la estructura-cruz dentro de la lata.

Cuanto más encajada esté, más estable será. Es mejor dejarla un poco más grande desde el principio y cortar a medida que vamos probando.

 

paso 5 Ordenar los hilos

1. Poner los hilos en cada apartado ordenados por colores.

En este caso han sido hilos, pero puede ser cualquier otro material (incluso que no sea de la costura…).

 

Con todo el material ordenado es mucho más agradable coser y guardar los botones y cintas comprados en excursiones a mercerías y mercadillos.
Aún así, ¡no os atraquéis a galletas para vaciar latas!

¡Hasta la próxima!
Betsy