Cómo estabilizar costuras
Tenemos cortada la prenda, el hilo a tono listo en la máquina de coser y nuestro mejor calzado para pisar el pedal de la máquina. Pero, ¡sorpresa!, al ir a unir los hombros nos encontramos con que uno es más grande que el otro. Juramos y perjuramos haber colocado el tejido correctamente y haber cortado con delicadeza y precisión. ¿Qué ha podido pasar?
Cuando cortamos un patrón en tejido hay partes, como escotes y hombros, susceptibles de estirarse al no seguir la dirección del recto hilo.
Para evitar este problema y mantener las dimensiones originales del patrón durante la construcción y prueba de la prenda, hay que estabilizar las costuras para “congelarlas” en su longitud y forma correctas. Esto no significa que tengamos que hacerlo en todas las costuras de la pieza, sino únicamente en las zonas afectadas por el bies como:
- Escotes curvados o en forma de V.
- Sisas y costuras curvadas.
- Cinturas con forma.
- Todas las vistas de estas formas.
La estabilización de costuras es una técnica muy empleada en tejidos a la plana, aunque también es muy útil para trabajar con los géneros de punto, siempre más escurridizos y difíciles.
Vamos a ver dos métodos diferentes para estabilizar costuras: el primero es el pespunte estabilizador o staystitching y el segundo es la cinta moldeable de fliselina. En función de la labor y el tipo de género que tengáis entre manos, os será más resultón el uno o el otro.
Pespunte estabilizador
- Es un pespunte que se hace en una sola hoja de tejido en el margen de costura, a unos 3 mm en paralelo de la línea de costura.
- El largo de puntada es estándar (2-2,5) y el hilo utilizado es a tono, porque esta costura quedará dentro de la prenda una vez cosida, ¡no se quita!
- Inmediatamente después de cortar una pieza hay que estabilizar las costuras necesarias. Planchar, hilvanar o transportar de un lado a otro piezas cortadas puede ser motivo de distorsiones y futuras complicaciones.
Una vez vistas las características generales del pespunte estabilizador, vamos a ver más en detalle un ejemplo paso a paso.
paso 1 Cortar el patrón
- Cortar la pieza y dejar en la mesa sin moverla en exceso y sin planchar.
Utilizaremos el patrón abierto, en lugar de ponerlo a lomo, para poder usarlo más tarde como plantilla.
paso 2 Dirección y sentido del pespunte estabilizador
El objetivo es estabilizar el tejido, así que la dirección y sentido del pespunte son clave. En la siguiente imagen podemos ver cómo los escotes se hacen en dos veces, y cómo cambian la dirección del pespunte en función de si son redondos o en pico.
Nunca se estabilizarán líneas largas al bies (como son los lados de una falda) sino únicamente el trozo que abarca desde el piquete de la cadera hasta la cintura.
Siguiendo con el ejemplo, en el patrón hemos dibujado las líneas de costura para el pespunte estabilizador, situadas a 3mm de la línea de costura.
paso 3 Hacer el pespunte estabilizador
- Colocar la aguja a la distancia adecuada para la costura del pespunte estabilizador.
- Coser los pespuntes sin pivotar en las esquinas, para evitar estrés en las fibras del tejido.
paso 4 Comprobar las dimensiones
- Poner el patrón en una superficie plana.
- Colocar la pieza encima y comprobar las dimensiones.
Hemos utilizado el patrón como plantilla para verificar que nuestra pieza mantiene la forma.
- El hombro y la sisa de la derecha encajan en la plantilla a la perfección.
- En el hombro del lado izquierdo no hemos tenido la misma suerte. ¡Ha encogido un poco!
- Para solucionarlo, dar unos cortes alternativamente en puntadas para liberar margen.
- Estirar un poco para ajustar a la plantilla. ¡Bravo!
- Dar toques con la plancha (sin arrastrar) para fijar los pespuntes estabilizadores, teniendo la plantilla abajo como referencia.
¡Ya tenemos estabilizada una hoja del cuerpo! Ahora se tiene que estabilizar la otra, para poder empezar a unir delantero y espalda.
El pespunte estabilizador también es muy útil como límite a la hora de hacer pequeños cortes para que zonas como escotes o sisas tengan más margen, eso sí, ¡sin deformarse!
Cinta moldeable de fliselina
Es el método más rápido y limpio para estabilizar una costura, y una vez pruebas las cintas no puedes pasar sin ellas. Seguramente, en más de una revista o tutorial hayáis visto que las utilizan.
Estas cintas llevan una cadeneta en su mitad para frenar la distorsión del tejido, están cortadas al bies, lo que las hace extremadamente moldeables y fáciles de aplicar en costuras con forma. Su última y más preciada virtud es que son termoadhesivas, así que con un poquito de plancha se quedan fijadas en su sitio. Existen en varios anchos y con cadenetas de diferente grosor en función de las necesidades de vuestro proyecto. ¡Muy recomendables!
A continuación vamos a ver cómo aplicar esta maravillosa cinta estabilizadora en nuestro inestable tejido.
paso 1 Cortar y colocar en la plantilla
- Cortar la pieza.
- Colocarla con el revés del tejido hacia nosotras, encima de la plantilla.
La superfície mullida de la tabla de planchar puede resultarnos muy útil para apuntar con alfileres la pieza a la plantilla.
paso 2 Presentar la cinta
- Colocar la cinta con la parte brillante hacia abajo.
La línea de cadeneta es la que manda, así que en las zonas más curvadas, si el extremo de la cinta se riza un poquito, no pasa nada.
Cinta colocada lista para fijar.
- Con la punta de la plancha y con suaves toquecitos fijar la cinta de un extremo al otro del escote.
Escote perfectamente estabilizado con cinta de fliselina. El acabado es muy pulido y exactamente con la misma forma que el patrón-plantilla que tiene debajo.
Dedicar un ratito extra a preparar las piezas para dejar la costura en un punto ideal para empezar, puede resultar un poco tedioso al principio, pero los resultados merecen la pena. Una vez incorporéis esta técnica en vuestro repertorio de costura, ¡se convertirá en un hábito! Además de mantener la forma original, los cantos de escotes y formas sinuosas quedarán más definidos en la prenda final. ¡Costura profesional!
Ya me contaréis si ya utilizábais alguna técnica para estabilizar las costuras, y si probáis alguna de estas dos por primera vez, ¡queremos leer vuestras experiencias!
Hasta la próxima,
Betsy