Costura a mano

Coser a mano es una de las partes más relajantes y espirituales de la costura. No dejéis que las prisas y los malos hábitos os alejen de esta ancestral técnica que enriquecerá enormemente vuestro proceso de costura.

En muchas partes de nuestros proyectos tenemos que utilizar puntadas a mano que nos ayudan a pulir y controlar mejor las costuras. Dejar la máquina de coser a un lado y buscar un rinconcito con buena iluminación y asiento cómodo son los requesitos para empezar a disfrutar de la costura a mano. Si os preparáis una buena infusión y ponéis música agradable de fondo, ¡lo bordáis!

paso 1 Preparar el hilo

Si vamos a unir dos tejidos provisionalmente para después coserlos, utilizaremos hilo para hilvanar, que es 100% algodón y se parte con facilidad. Por el contrario, si vamos a coser costuras permanentes en la prenda, el hilo más indicado es el de seda, porque se desliza mejor y los nudos son más fáciles de deshacer.

Sea cual sea el material, cuando cosemos a mano la longitud de la hebra no debe ser excesivamente larga. Un truco para saber el largo de hebra ideal es colocar el extremo del hilo entre el pulgar e índice y recorrer con la hebra el largo del brazo doblado (como cuando lo medimos) hasta el hombro. Como regla general, el largo de hebra no debe superar los 80 cm, más allá de esta cifra me aventuro a pronosticar problemas.

Para hacernos la costura a mano más llevadera, existe un material que parece salido de un herbolario pero extremadamente eficaz: la cera de abeja. Ayuda a que el hilo (sea algodón, poliéster o seda) sea más resbaladizo, lo que evita la creación de los engorrosos nudos. Es un método probado y comprobado durante años por sastres y modistas. Las costuras resultantes son más resistentes y duraderas. ¡Cuesta no darle una oportunidad!

Vamos a ver cómo aplicar tan exótico material:

1. Pasar dos o tres veces la hebra por la pastilla de cera de abeja.

 

1. Planchar la hebra entre dos hojas de papel o tejido absorvente para deshacer bien la cera en la hebra y quitar los posibles excesos.

 

Como podéis observar, las hebras quedan con más cuerpo y suaves (esto último tenéis que comprobarlo en primera persona).

Una buena idea es cortar una pequeña provisión que nos dure toda la sesión de costura a mano. Una vez enceradas y planchadas, las podemos menter dentro de una tacita y servirnos a nuestro gusto sin el peligro de perderlas.

paso 2 Enhebrar el hilo

Según el tipo de aguja que utilicemos, pasar el hilo por el agujero puede ser un tormento. Tener un henebrador a mano es todo un acierto, y si es retráctil como el del tutorial, ¡más!

1. Pasar con delicadeza el extremo romboidal del enhebrador por el agujero de la aguja. No sufráis, el material del que está hecha esta parte es flexible.

 

1. Pasar el hilo a través del rombo del enhebrador.

 

1.  Estirar suavemente del enhebrador y ver tranquilamente cómo la hebra se desliza, para terminar ¡enhebrada en la aguja!

 

Por último, antes de empezar a hacer nuestras maravillosas costuras a mano, tenemos que hacer un nudo al final de uno de los cabos del hilo, porque coseremos con hebra sencilla.

A continuación analizaremos el paso a paso de cómo hacer uno de los puntos más utilizados y cuya elaboración es la base del resto de puntadas.

¡Vamoas allá!

paso 3 Coser a punto de bastilla

Este punto se trabaja de derecha a izquierda en el caso de ser diestra y de derecha a izquierda si se es zurda.

1. Clavar la aguja de atrás hacia delante en el punto donde queremos iniciar la costura.

 

1. El nudo debe quedar pegado al tejido, como tope.

También podemos empezar una costura con dos puntaditas en el mismo sitio, una encima de la otra. Queda a vuestra entera elección.

 

1. Determinar el largo de puntada que queremos hacer y clavar la punta de la aguja en ese punto.

A menor largo, más resistente será la puntada, lo que dará como resultado una costura permanente. Si nuestro objetivo es unir temporalmente dos tejidos, haremos los largos de puntada bien largos.

 

1. Con la punta de la aguja clavada, volver a clavar de atrás hacia delante el largo que tendrá el espacio entre puntada y puntada.

Es mucho más fácil hacerlo que explicarlo, ¡adelante chicas!

 

1. Estirar de la punta de la aguja hasta sacarla totalmente del tejido.
2. Tirar suavemente de la hebra hasta que los puntos estén sin bucles en su sitio, evitando una tensión extrema.

 

1. Continuar clavando hacia el interior y el exterior del tejido como hemos hecho anteriormente, respentando el largo de puntada y el largo de espacio.

 

1. Cuando hemos llegado al final de nuestra costura, dejamos la aguja fuera del tejido y la hebra estirada.

paso 4 Rematar

1. Clavar la aguja en la mitad del último espacio entre puntadas.
2. Sacarla por donde la hebra sale, es decir, por el último punto de la costura.
3. Hacer dos veces esta puntada de refuerzo hacia atrás.

 

1. En la segunda puntada, antes de apretar la hebra completamente, pasar la aguja por el bucle.

 

1. Al estirar, se creará un nudito que sellará nuestro final de costura.

 

1. Cortar con unas tijeras cerca de las dos puntadas hacia atrás y dejar pulida la costura.

 

Como hemos comentado anteriormente, en función del largo de la puntada y de los espacios entre las mismas, podemos conseguir costuras más fuertes y permanentes o, por el contrario, puntos fáciles de deshacer que sirven para unir temporalmente dos tejidos.

En la imagen podemos ver el punto hilván, cuyas puntadas son largas y los espacios, pequeños. Esta costura es rápida de hacer y nos sirve para preparar nuestro proyecto antes de ir a la máquina o ver el efecto de una prenda antes de la costura final.

 

En cambio, la costura que vemos a continuación con las puntadas y espacios más pequeños, es el punto de bastilla oficial utilizado para unir telas de forma permanente.

 

Para empujar la aguja a través de capas de tejido sin dañar nuestras delicadas manos, no podemos dejar de tener en nuestro costurero un dedal.

Existen de muchos y variados materiales, la clave es ir probando hasta encontrar uno que se nos haga imprescindible. Se pueden usar en diferentes dedos, hasta llegar a usar varios a la vez… Personalmente no he llegado a ese punto, pero que sepáis ¡que es posible!

Prácticas

Cuando empezamos a coser a mano y practicar puntos, uno de los factores que más nos importa y a la vez nos despista es coser recto.

El origen de semejante desvelo está relacionado con el gusto armonioso de nuestra vista. Como el objetivo es entender dónde clavar y sacar la aguja, podemos prepararnos un trozo de tejido con unas líneas y concentrarnos en la mecánica de la costura.

1. Marcar en un tejido con una regla puntos cada 0,5 cm o 1 cm.

 

1. Coser a mano con los puntos como referencia para clavar y sacar la aguja.

 

Estamos un paso más cerca de convetirnos en costureras victorianas, con su costurero adornado con puntillas y gatito a juego.

El próximo día veremos las puntadas a mano más útiles y que no deben faltar en vuestro repertorio de costura. Si la luz se va o vais a pasar el fin de semana a una casita de campo sin electricidad, podéis continuar con vuestra labor. ¡Super entrañable!

Vuestra,

Betsy